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Habla contigo mismo

¿Alguna vez has escuchado el término Autoeficacia? Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), esta es la creencia en tus propias capacidades para ejecutar tareas y lograr metas. El camino para ejercerla en tu día a día comienza en la manera en que te hablas a ti mismo y en la actitud que tienes para alcanzar tus objetivos de vida.


El término de Autoeficacia es un concepto que introdujo el psicólogo ucraniano-canadiense Albert Bandura en el año 1986; se presentó como la creencia en las habilidades propias para el manejo de las distintas situaciones de la vida. En la teoría presentada por Bandura, la autoeficacia es el constructo principal para las conductas, ya que la relación entre el conocimiento y las acciones se miden por el pensamiento de autoeficacia. Los pensamientos que tiene una persona de sí misma, sobre sus habilidades y capacidades, son los que ponen en funcionamiento la conducta; así, se percibe una mayor motivación que conduce a acciones más eficaces.

A través de un sencillo consejo y el refuerzo de algo que ya hacemos, podemos potenciar la confianza que tenemos en nosotros para alcanzar el éxito: hablar con nosotros mismos. Este es el consejo que da el periodista estadounidense, autor de bestsellers, empresario galardonado y orador, Rich Karlgaar.


Si antes no habías escuchado su nombre, tal vez su historia te resulte familiar; así como muchas personas, Karlgaard vivía con el afán de alcanzar sus metas de vida, pero rara vez la gente lo consigue de la noche a la mañana. Así le sucedió a este autor, quien, después de una carrera universitaria mediocre, empezó a tener trabajos temporales. Era un hombre que trabajaba sin la motivación y el impulso correcto. Hoy te vamos a contar cómo este autor se convirtió en un referente para la creación de dinámicas efectivas para la autoeficacia.


Karlgaard encontró la motivación y el impulso correcto. Después de sentirse en el lugar equivocado, empezó a enfocarse en sus dudas para convertirlas en diálogo interno positivo; así fue como empezó con una revista de tecnología en Silicon Valley y, posteriormente, se convirtió en el editor de Forbes. Para este autor, las dudas sobre nosotros mismos deberían ser utilizadas como una herramienta para impulsar nuestra vida y las decisiones que tomamos. A lo largo de los años ha realizado distintas investigaciones y entrevistas con neurocientíficos, psicólogos y personas exitosas de todos los ámbitos, por ejemplo el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, el ex director ejecutivo de Microsoft Steve Ballmer y la fundadora del Huffington Post, Arianna Huffington; esto para entender por qué las personas pueden florecer* más temprano o más tarde en la vida y cuál es la clave para alcanzar el máximo potencial.


A través de sus investigaciones ha encontrado que la duda es una herramienta valiosa para florecer, así como lo menciona en una entrevista del 2019 realizada por MindTools:


“Considere la duda de sí mismo como información y piense ¿Por qué tengo esta duda? Bueno, tal vez no esté en el camino correcto. Quizás necesito prepararme un poco más. Tal vez necesite ver este problema desde una perspectiva diferente".


Para Karlgaard, esos son los momentos en que más debemos hablar con nosotros mismos, entender qué aprendimos de ese momento de duda y saber qué nos está diciendo esa inseguridad que sentimos; así esto pasará de ser un detonante para un mal momento y se convertirá en una herramienta para darle un giro positivo y constructivo a la situación. Eso es la autoeficacia.


Así que la próxima vez que creas que no vas a poder realizar algo sin antes haberlo intentado, puedes empezar por hacer una charla contigo mismo, hazla en segunda o tercera persona, por ejemplo, usa la duda para ver todo desde otra perspectiva: "¿Tengo evidencia de que voy a hacerlo mal?" "¿Alguna vez he hecho esto mismo o algo parecido y lo he logrado?", "¿Quién o quiénes me han dicho que no puedo hacerlo?"; también a manera de motivación: “¡Que bien lo estás haciendo!” o “Estoy orgullosx de cómo estás avanzando”. Así, te enfocas en ti mismo desde una perspectiva diferente, y esa manera en que te hablas a ti mismo puede hacerte ver todos tus momentos de una manera más objetiva.


*Florecer = bloom, este es el término utilizado por el autor en su libro Late Bloomers: The Power of Patience in a World Obsessed with Early Achievement (Bloomers tardíos: el poder de la paciencia en un mundo obsesionado con el logro temprano)

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